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Entrevista a los autores de «Dada»

Autores de Dada

Dada es un cómic hecho a seis manos. Las de Fer Jiménez al guion, Rubén Koyra a la ilustración y Lizth Bianc al color. A través de esta entrevista, sus autores hablan del libro, su proceso y sobre ellos mismos. Adelante.

El guionista, Fer Jiménez

Comienza a escribir historias en Castellar de la Frontera (Cádiz) imaginando otros lugares. Después de rodar algunos años, vuelve para continuar en el mismo lugar donde comenzó.
Licenciado en Bellas Artes, intercala su perfil profesional como diseñador gráfico con la formación artística y gran cantidad de propuestas creativas como exposiciones, ilustración, grabado, teatro y escritura.
Fer, fue finalista del certamen MálagaCrea en relato corto y microrrelato. Segundo premio Mutantes Paseantes y primer premio de relato corto sobre la mujer en San Roque.
Debutó como guionista en Sallybooks con La senda de los druidas y vuelve con su segunda obra, Dada.

El ilustrador, Rubén Koyra

Rubén Koyra nace en Priego de Córdoba en 1993. A la prematura edad de cinco años gana un concurso local con un dibujo de una huerta con tomates, y ya con ocho decide que esto de contar historias con imágenes es lo suyo.
Así que tras un breve periodo de zozobra estudiando Diseño Gráfico, en 2018 completa sus estudios de Cómic en la Escuela de Arte de Granada, a la par que realiza numerosos webcómics y fanzines.
Tras Dada, ya se encuentra inmerso en el desarrollo de sus siguientes proyectos, tanto de cómic como de ilustración.

La colorista, Lizth Bianc

Lizth Bianc es dibujante de cómic e ilustradora. Tras estudiar el bachillerato de Artes, se desvió del camino y estudió Diseño de Interiores, pero recapacitó a tiempo y volvió al mundo del dibujo, para finalmente, cursar sus estudios de Cómic en la Escuela de Arte de Granada.
Ha participado con historias cortas en varios fanzines a la par que realizaba un webcómic.
Actualmente, realiza encargos como ilustradora, se encarga de sus redes y desarrolla su primer proyecto de cómic en solitario.

Dada

Primera parte de la entrevista

1: Fer, ¿qué estás leyendo actualmente?
En la mesita de noche siempre tengo una pequeña montañita de libros y procuro tener varios géneros… Ahora mismo de novela El amor en los tiempos del cólera y El tiempo entre costuras, de teatro, Ñaque, de piojos y actores que la estoy ensayando, de poesía Mare incógnita de Farid Othman-Bentra Ramos y de cómic, Goya, lo sublime terrible.

2: Dada es tu primera obra larga como autor de cómic pero no es tu primer cómic, ¿de dónde viene Rubén?
Pues vengo de donde casi todos, de inventarme y crear mis propias historias desde que era pequeño. En mi caso, primero las hacía para mí, y más tarde comencé a autopublicarlas como webcómics. También saqué algunos fanzines, en solitario o junto a otros artistas, mientra cursaba el ciclo de Cómic en Granada. He dibujado muchas y muy diversas páginas a lo largo de mi vida (aún recuerdo el interminable portfolio de 4 centimetros de grosor que le llevé a Manu, editor de Sallybooks, el primer día), pero nunca había realizado más de veintipocas páginas de una misma historia, ya fuera por mi predilección a hacer historias cortas o porque no les veía mucho futuro y las dejaba a medias. En cuanto a influencias, de Mortadelo y Filemón, Asterix y superhéroes clásicos de Marvel y DC pasé a leer casi en exclusividad manga en mi adolescencia. Una vez me encontré con Soy una matagigantes de Joe Kelly y Ken Niimura, que hizo que me picara el gusanillo por explorar y analizar las posibilidades del lenguaje del cómic, empecé a leer de todo, y la lista de influencias se abre tanto que me cuesta encontrar una jerarquía en ella. Sí que en Dada, y me lo han dicho varias personas, se nota la influencia que Andrew MacLean tenía en esa época sobre mi estilo.

3: Lizth, a la hora de plantear el color de Dada, ¿tuviste alguna indicación de Rubén? ¿Estuvisteis coordinados o todo el pesó recayó en ti?
Rubén me aportó varias indicaciones de color, en el sentido de que funcionaban mejor unos tipos de tonos y demás. Por otra parte, el guión también tenía algunas especificaciones de color. Sin embargo, todo lo demás recayó en mí. Y me refiero a cuando hay una viñeta sin fondo, ¿cómo la coloreo? Al principio estaba un poco perdida con todo eso, pero según iba avanzando, todo se hacía más fácil.

4. Si Anferes es un guerrero, ¿qué es Fer?
Un cuentacuentos

5: ¿Qué cómic recomendarías a Anferes, Rubén?
Pues precisamente, creo que se divertiría mucho viendo cómo ruedan cabezas en Head Lopper de MacLean.

Dada

6: Lizth, del 1 al 10 ¿cuanta importancia le das al color en un cómic?
Ahí me has pillado. Porque es cierto que el color puede ser un recurso narrativo con mucho valor en un cómic, puede aportar muchísimo. Sin embargo, en mi caso en particular, siento que no tengo aún el conocimiento suficiente para sacarle todo el partido que puede aportar. En el caso de Dada, en los momentos de acción, sí es cierto que me ayudaba del color para mostrar, por ejemplo, peligro con el color rojo y el amarillo. Cuando Dada se mareaba o asfixiaba, utilizaba de fondo un color morado, porque siento que ese tipo de colores pueden transmitir muy bien la sensación del personaje en ese momento. También me gusta jugar con los colores fríos o cálidos dependiendo de la escena y la situación, o incluso la personalidad del personaje. Pero hay cómics en los que el color juega un papel fundamental y son maravillosos en ese sentido :). Aunque tengo que decir, que como habitual lectora de manga, un cómic puede funcionar sin color también, mientras se sepan diferenciar bien los planos y tengan un buen contraste pueden funcionar a la perfección. Desde luego son formas diferentes de trabajar, pero yo no le quito merito a ninguna de ellas, o no considero que ninguno esté por encima del otro, simplemente son diferentes 🙂

7: Fer, en Dada vemos una dualidad muy marcada: noche y día, sueño y vida, ¿cómo es la realidad para ti?
Igual de marcada. Noche y día, sueño y vida, los de arriba y los de abajo… y pienso que todo se tendría que diluir mucho más.

8: Si Dada es una pastora ermitaña, ¿qué es Rubén?
Un dibujante ermitaño, dibujo mucho para mí mismo. De hecho, debería enseñar más de lo que hago, sobre todo en redes sociales. Es una tarea pendiente que tengo.

9: Lizth, ¿qué prefieres, color narrativo o ambiental?
Como decía, me parece increíble la forma de utilizar el color de forma narrativa. Sin embargo, yo soy de utilizarlo de forma ambiental. Creo que me resulta más fácil hacerlo de esta manera. He trabajado bastante con materiales tradicionales, entre ellos las acuarelas, un método de trabajo del que extrapolé el uso de veladuras. Cuando quería aportar oscuridad a las escenas coloreaba todo como si fuese de día, pero luego colocaba una capa de un color azul muy oscuro, y con la función de multiplicar y jugando con la opacidad, podía hacer que pareciese que era más o menos de noche. En lugar de buscar uno a uno los colores necesarios para aplicar a los personajes de forma que, por ejemplo, en el caso del personaje de Dada, se notase que su piel es morena pero tiene un poco de azul por la oscuridad de la noche, así que utilizaba esa veladura para aportarle ese tono. Este método me resultaba más sencillo. Es cierto que no funciona siempre, en las escenas que era totalmente de noche tenía que colorear el bosque con tonos azulados porque la veladura por si sola no podía oscurecer tanto, pero aportaba ese matiz azul al color de los personajes.

10: Fer, esta historia no es tu primera obra de género fantástico y además con una base mitológica, ¿intentas seguir una línea coherente en tu carrera? ¿Es algo planificado?
Bueno, el uso de la mitología es algo muy recurrente escriba lo que escriba, en el cómic lo he querido convertir en una línea de exploración, mi primer cómic con Sallybooks, La senda de los druidas, recorría los caminos de la mitología celta, este segundo se centra en la fascinante mitología yoruba, una forma más de viajar.

Dada

11: Ahora que te has enfrentado a un proyecto largo y que has publicado de forma profesional, ¿todo ha sido como esperabas?
La verdad es que no, pero porque dudo que alguien se esperase estos meses de distopía en los que hemos vivido. En mi caso, como Dada salió a la venta la misma semana que se anunció el confinamiento, no he podido recibir mucho feedback más allá de familiares y amigos, por lo que no puedo contarte mucho de la experiencia de publicación editorial. En cuanto al proyecto largo, me ha costado un poco más de lo que esperaba sacarlo adelante. Nunca había hecho tantas páginas de un mismo cómic ni algo que fuera a estar en librerías, lo cual me hacía mucha ilusión, pero también me daba un poco de vértigo. En cualquier caso, he aprendido mucho gracias a Dada, y agradezco mucho haber tenido la oportunidad de realizar este cómic.

12: Si Ibrahim es un anciano un poco loco, ¿qué es Lizth?
Yo soy una pastora de chinchillas, eso lo tengo clarísimo. Pero al contrario que Dada, que duerme sobre su mullida cama de ovejas, yo sería la cama de todos esos roedores, que se echarían encima mía para dormir y no podría respirar con toda esa pelusa.

13: Fer, ¿por qué usar la fantasía para contar la historia de Dada?
El mito como tal es un relato tradicional donde ocurre un acontecimiento prodigioso y la explicación que de él se da, casi siempre asociada a la interacción de los dioses. Es un marco perfecto para desarrollarlo a través de la literatura fantástica.

14: ¿Qué estás dibujando ahora mismo, Rubén?
Principalmente, un cómic para la nueva línea adulta de Sallybooks, con un estilo gráfico alejado del que he realizado en Dada, pero con el que me lo estoy pasando genial.

15: Lizth, ¿qué proyecto tienes actualmente sobre la mesa de trabajo?
Estoy trabajando en proyectos como única autora, es decir, realizo mi propia historia, me encargo del dibujo y del color. Y sinceramente, tenía una historia sobre la mesa que preparé hace ya tiempo, y me fui con mi bonito proyecto a enseñarlo a editores. En esas charlas conseguí algunos contactos, y también pareció interesar a una editorial de aquí. Envié el proyecto a la editorial española, pero al final parece que no va a ver la luz (cosas que pasan), así que intentaré ponerme en contacto con las editoriales extranjeras a ver qué ocurre.
Por otro lado, tengo otro proyecto, completamente diferente, que parece que sí que ha interesado a una editorial, y con el que me encuentro en espera de más detalles para comenzar con la obra.
Mientras espero, no me detengo, sigo haciendo pequeños encargos de ilustración, y estoy con los últimos detalles para tener otro proyecto listo para enviar a editoriales. Y pensando ya en el siguiente que voy a escribir.

Dada

Segunda parte de la entrevista

16: ¿Escribir un guion de cómic es como atravesar un desierto, Fer?
No es solo un desierto. Un guion pasa por muchas fases. Está la fase de la idea, del eureka, que es como bañarse en una playa. Esta la base de investigación que es como atravesar un bosque de árboles frutales en el que vas llenando tu mochila de frutas para el camino. Está la fase de sinopsis que es atravesar una ciudad donde hablas con gente de toda clase para pedir opinión. Y luego aparece, esta vez sí, el desierto, donde escribes y te peleas con tus demonios hasta que llegas al oasis, le das tu texto a algunos escogidos para ver una valoración sensata y finalmente continúas y continúas por el desierto hasta llegar al bosque sagrado de Osun donde van a morir todas tus letras, o se vuelven inmortales.

17: Rubén, ¿cómic o ilustración?
Mentiría si no dijera que lo que siempre me ha apasionado es el cómic. Pero también disfruto, como lector y autor, de trabajos de ilustración. De momento intento compaginar ambas.

18: Dada es tu primera obra larga como colorista, ¿qué has aprendido en su realización, Lizth?
De Dada he aprendido muchísimo. Hasta entonces, yo solamente había hecho historias cortas o trabajos de ilustración, y mi forma de colorear era muy trabajada. Lo primero que aprendí es que cuando vas a colorear una obra larga tienes que recortar procesos. Tenía que agilizar mi proceso de trabajo intentando no dañar la calidad por el camino. Con la primera página experimenté muchísimo, tenía unas cuantas versiones de la primera página con pequeños cambios y junto con Rubén fuimos viendo qué le quedaba mejor al cómic.

19: Fer, ¿qué libro recomendarías a Dada?
Pues le dejaría un viejo libro que me compré en un mercadillo en Cuba sobre mitología cubana a través del cual conocí a los orishas y su procedencia del panteón yoruba. Así sabría reconocer el libro que fecundó la idea para escribir esta historia.

20: Rubén, bajo el guion literario de Fer, has desgranado tú mismo la narrativa del cómic, ¿cómo ha sido esta experiencia?
Por un lado, muy entretenida, la parte narrativa y compositiva es de las que más disfruto a la hora de hacer un cómic. Pero por otro, ha sido todo un desafío. Nunca había realizado una historia larga sin capítulos ni me había enfrentado a mantener el ritmo y la atención del lector durante casi sesenta páginas. En ese sentido, he intentado en todo momento que sea una narración ágil y amena para que el público al que está enfocada la obra la disfrute. Pero, aunque suene un poco contradictorio, también ha sido un desafío por el lado contrario, en cuanto a tener pocas páginas. Aunque siempre he hecho historias de pocas páginas, mi ritmo narrativo suele ser espaciado, y la cantidad de información que estoy acostumbrado a introducir en una página es bastante menor que la que esta historia requería para no salirme del número de páginas límite que marcaba la editorial. De hecho, antes de Dada, pocas veces había utilizado las cuatro o más filas de viñetas en una página. Así que lo que hice fue encajar la historia en menos páginas de las que tenía disponibles, para después ver en qué escenas era más fructífero añadir esas páginas que me habían sobrado y cuáles se podían quedar con el número de páginas que tenían. Manu y Fer me ayudaron mucho en esta parte del proceso para ver qué funcionaba, qué no, y dónde era necesario añadir más páginas. Desde aquí les doy las gracias a ambos, porque durante todo el proceso han sido muy amables, me han ayudado mucho, y han tenido mucha paciencia con mi inexperiencia y todas las dudas que vienen con ella.

Dada

21: Lizth, ¿qué película recomendarías a Shango?
Pero… ¿ese señor sabe lo que es una televisión? Ostras, creo que Shango y yo no tenemos nada en común, por lo que no podría recomendarle ninguna de mis películas favoritas, le pondría una película antigua de vaqueros. Aunque lo que quiero ponerle de verdad es el programa ese de la televisión en el que forjan cuchillos y esas cosas.

22: En una frase, ¿qué tipo de escritor eres, Fer?
Bueno, si me voy a denominaciones típicas, como definía Unamuno, sería escritor ovíparo o lo que el New Age de las calificaciones define, escritor brújula. Sobre todo soy un escritor constante y voluntarioso, busco y rebusco la forma, quito y pongo y durante ese tiempo desaparezco del planeta. Escribo por impulsos, me muevo atrás y adelante cambiando hasta que todo parece ir cayendo en su lugar por su propio peso narrativo. Experimento mucho también, muchas veces incluso busco el error para saber que aporta y que no.

23: ¿En qué cómic te gustaría reencarnarte, Rubén?
En Poguri, de Isami Nakagawa.

24: Lizth, ¿cuál ha sido tu metodología de trabajo en Dada?
Tuve que compaginar otros trabajos mientras hacía Dada, pero tenía claro que en ese momento era mi prioridad. Una vez encontrada la forma de colorear que quería llevar a cabo, tenía planificadas sacar dos páginas al día. Rubén me facilitó mucho el trabajo en este sentido, pues me pasaba las páginas ya completamente limpias y con el fondo transparente, así que yo no tenía que hacer ese trabajo. Comenzaba colocando los colores base en el programa que utilizo para colorear, Clip Studio, en el que tenia una paleta de color para Dada donde guardaba los tonos. Luego, ya daba las sombras, los efectos y las luces ayudándome de las funciones de capa del programa. Y por último, cambiaba el color de la línea de los bocadillos a blanco.

25: Fer, en tu documentación para escribir sobre mitología africana, ¿qué ha sido lo más inesperado que hayas descubierto?
Inesperado… Cuando hacía un barrido por la cultura yoruba y visitaba virtualmente las zonas del Níger (donde se desarrolló principalmente esta cultura) y el Sagel hasta las Montañas de Aïr, encontré el rastro de unas pinturas rupestres que mostraban guerreros libios con armaduras y plumas, lo que daba un tinte verosímil a la incursión de los guerreros libios a través del desierto que sucede en el cómic.

Dada

26: Rubén, ¿a qué autor o autora de cómics retarías a un duelo de dibujo?
A cualquiera de los talentosos y talentosas dibujantes que hay en Sallybooks y con cuyos trabajos flipo, como Islena Neira, Guillermo Monje, Xulia Vicente… A ver cuándo se anima la editorial a montar su propio Battle royale.

27: Lizth, ¿una obra esencial en tu formación?
No sé si puede aplicarse a la formación o no, pero desde pequeña, cuando vi por primera vez la película de La princesa Mononoke de Studio Ghibli, sentí que cambió algo dentro de mi, y por lo tanto en mi forma de crear. Varios editores y otras personas me han dicho que hay mucha influencia de Ghibli en mis cómics, tanto en el dibujo como en las historias que escribo, aunque no creo que tanto a nivel de color XD. Si hablamos de cómics, he evolucionado mucho desde niña, siempre he estado mirando nuevos autores y avanzando. Actualmente sí que me gusta mucho Sky Doll de Barbucci, del cual el último tomo me parece una maravilla a nivel de diagramación. Me gusta mucho la delicadeza que tiene Katie O’Neill en La sociedad de los dragones del té y Kanna Ki en Un extraño a la orilla del mar. Últimamente me gusta mucho el entintando de Iro Aida en Jibaku Shōnen Hanako-kun. La fuerza que transmite Kōhei Horikoshi en Boku no Hīrō Academia. Todo el arte de Juanjo Guarnido en Blacksad o Enrique Fernandez en Nima. También historias como El principe y la modista de Jen Wang, Kairos de Ulysse Malassagne y Mi experiencia lesbiana con la soledad de Kabi Nagata.
Estoy en constante crecimiento. Si tuviese que quedarme con algo que fue esencial en mi vida para la persona que soy hoy, sin duda me quedaría con la película de Ghibli, pero todos estos autores y diferentes cómics que me inspiran a día de hoy me hacen ser como soy hoy como dibujante de cómics.

28: ¿A qué guionista de cómics te llevarías de supervivencia, Fer?
Inevitablemente a Manuel Gutiérrez, porque lo conozco desde que empecé a escribir y dibujar, porque siempre hemos intercambiado guiones, dibujos, proyectos y sueños… y porque me resulta entrañable como el señor Wilson.

Luego si tuviera más espacio en la barcaza invitaría a Sir Alan Moore, porque no tendría sentido hablar de guion de cómic sin su presencia. Y también a Alejandro Jodorowsky y a Neil Gaiman por lo que literariamente representan para el género.
La punta de lanza del bote la guardo para el producto nacional bruto con Max porque siempre me ha fascinado su dedicación productiva a la cultura, sobre todo después de leer El tríptico de los encantados. Santiago García porque me parece un guionista muy versátil y me encanta Las meninas. Sergio García porque adoro su narrativa gráfica que enseña como nadie en Odi´s blog. Y a El torres porque me gusta mucho la línea de trabajos de El fantasma de Gaudí, Goya. Lo sublime terrible o El ministerio del tiempo.

Creo que con esta panda la isla dejaría de ser desierta pero puestos a imaginar… imaginemos a lo grande.

29: Rubén, ¿qué has aprendido de dibujar Dada?
He aprendido mucho de la profesión y de mí mismo como dibujante. Gracias a Dada me atreví, por fin, a ponerme con el pincel y tinta de toda la vida, he descubierto formas, líneas, que lo del raccord durante 60 páginas lo llevo regular. Y he aprendido que lo más importante de esta profesión, para mí, es despojarla de cualquier otra cosa que no sea el propio dibujo. Disfrutar mientras dibujamos cómics es lo único que le da sentido a todo lo demás.

30: ¿Lizth, con qué autor o autora de cómics te gustaría trabajar?
Por admiración hacia esa persona me gustaría trabajar con muchos artistas. Como colorista, mientras mi estilo de color vaya bien con el estilo de dibujo de ese autor/a voy bien.

Dada

Dada, Fer Jiménez, Rubén Koyra & Lizth Bianc 
Color | 20×26 cm.| 68 pp. | Cartoné 
ISBN: 978-84-17255-34-3 | THEMA: XQ, XQG, XQM, YFC

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